Cine: 31
Hay veces que cuando me planteo lo que escribir para el blog me cuesta decidirme, hay tal producción de obras de género en casi cualquier medio (cine, cómic, rol, literatura…) que es complicado elegir sobre que escribir. Sin embargo hay veces que se perfectamente al acabar una obra que quiero escribir sobre ella, y este es uno de esos casos, y no porque me parezca una obra imprescindible, simplemente me apetece contar algo sobre lo que trasmite.
Rob Zombie es un tío raro, amante de la música rock y metal y del cine, sobretodo del de terror. Esto no es que lo sepa yo de primera mano, pero es que es ver una de sus obras y dejando a parte que te guste o no, puedes intuir el aprecio que le tiene a los géneros que comento. No es que me parezca un gran autor, y de hecho creo que tiene muchas cosas por pulir, pero al menos lo que hace lo hace con respeto.
31 es su última película y antes de ponerme al meollo del asunto tengo que comentar que al menos parte de la producción tuvo que financiarse mediante crowfunding. Esto no es nuevo en el mundillo, pero quizás llama más la atención al ser un direcctor y productor del nombre de Rob Zombie del que estamos hablando, al fin y al cabo, al menos por los aficionados al cine de terror es muy conocido. Otro día hablaremos de como está el cine de terror que nos llega de norteamerica porque tiene tela que cortar.
31 nos cuenta como 5 personas son secuestradas, aparentemente sin sentido alguno, por un grupo que los mete de lleno en un “juego” llamado 31. Las reglas son: Sobrevive 12 horas. Les irán enviando asesinos disfrazados de esperpentos con nombres en los que se incluye siempre la palabra “head” (Doom-head, Schizo-head, Death-head) , parodiando-homenajeando a los freaks de ferias y circos en parte, de hecho mucha de la ambientación y estética del film es una retorcida y siniestra versión de esas ferias y circos. El argumento no es muy complejo, y de hecho es bastante simple.